No podemos quitar lo que no existe. Los animales (con pocas excepciones, como los grandes simios) no viven la sexualidad como los humanos, porque no han dado el paso emotivo que ello implica. Para un animal, el sexo es únicamente el proceso físico de reproducción. Si comer y beber es la garantía de la supervivencia individual, el sexo lo es para la permanencia de su especie. En el hombre el sexo es una finalidad en sí mismo, en el resto de los animales la finalidad única sigue siendo concebir una cría.
La prueba más clara es que la hembra sólo acepta la monta cuando está en celo, es decir, cuando su cuerpo presenta una exigencia hormonal. Fuera de esa situación, se niega al sexo e incluso puede rechazar al macho de forma muy agresiva, lo que evidencia que para ella no existe una situación de placer relacionada con el sexo, sino una situación de necesidad hormonal. De igual forma, el macho sólo busca la monta cuando recibe información química de una hembra en celo.
La castración evitará en la hembra el embarazo psicológico, la piometra y algunos tumores mamarios. En los machos, tumores testiculares, hernias perianales, tumores de gládulas hepatoides, tumores de glándulas perianales, tumores y quistes prostáticos, entre otros, en aumento actualmente según las estadísticas veterinarias.
Según publica el «American Journal of Veterinarian Research» (Revista Americana de Investigación Veterinaria), la longevidad de un animal castrado aumenta en machos un 24% (perros) y un 36% (gatos). En las hembras aumenta un 20% (perros) y un 40% (gatos).
El comercio de animales de compañía está hoy en día autorizado por la ley, siempre que se cumplan las normativas al respecto: licencias, impuestos, etc. No nos gusta, y aunque trabajamos para que termine, por ahora es legal. Aclarado esto, debes saber que casi el 90% de los animales abandonados no han nacido en criadores legales ni se han vendido en tiendas legales: proceden de casa (que ilusión me hace una camada, los vecinos me han pedido un cachorros de la mía y los tengo todos colocados, voy a criar en casa para vender en dinero negro por debajo del precio de mercado, ha sido un descuido y me han preñado la perra, utilizo los cachorros para pedir limosna y cuando vayan creciendo los mataré para reemplazarlos por nuevos cachorros).
La realidad, es que la cría casera anunciada y vendida por Internet, carteles en farolas, y falsos anuncios de adopción, arroja a las carreteras y a la muerte, cada año, varias decenas de miles de animales. Imagina que la esterilización y castración de animales no va a suponer un mayor volumen de negocio para tiendas y criadores, sino un mayor volumen de adopciones en perreras y refugios.
Depende. Ante el derecho natural de una hembra a reproducirse está el derecho de la camada entera a no ser arrojada con tres días de vida a un río dentro de una bolsa, por ejemplo, o a no ser triturada en un camión de la basura. Para plantearnos si tenemos o no tal derecho, primero debemos cumplir las obligaciones.
Por otra parte, el ser humano ha sido dotado igualmente por la Naturaleza para reproducirse, y en cambio ejerce sobre sí mismo el derecho a no hacerlo mediante el uso abundantísimo de métodos anticonceptivos. No exijas para otros lo que has rechazado para ti mismo, al menos no con ese argumento. Hoy en día, si se cuenta con la posibilidad de evitarlo, ninguna mujer tiene tantos hijos como años fértiles (uno por año) y ningún hombre se lo pide. La Naturaleza y/o Dios han dictado las mismas leyes para todos. No seamos hipócritas.
Asistir al nacimiento de la vida es desde luego un hecho maravilloso, que en el caso de los niños además les enseña a respetar y a cuidar a los animales. Un bebé animal recién nacido es frágil y hermoso, y despierta la compasión (en general, también hay quien los tira al rio en un saco).
Si quieres vivir en casa esta experiencia, y que tus hijos aprendan a respetar la vida ajena, no necesitas que tu perra o tu gata se quede preñada. Llama al refugio más cercano, y seguramente podrás tener en acogida alguna hembra a punto de parir que necesita cuidados. Llévatela a casa, atiéndela, y disfruta durante dos o tres meses cuidando de estos animalillos hasta que puedan darse en adopción. Será una experiencia doblemente hermosa: la vida que surge ante tus ojos, y el hecho de tu generosidad para con los maltratados. En el refugio no sabrán cómo agradecértelo.
Nadie lo duda, pero atiende a esto: tendrás una camada que darás a personas cercanas y de tu confianza. Cada una de estas personas tiene tu mismo a derecho a disfrutar de la misma ilusión, y seguirán criando. Mira esta tabla y reflexiona:
Al cabo de 5 años, un gato y un perro han dado lugar a 33.812 animales, de los que con toda seguridad un 90%, es decir, 30.430, habrán muerto en perreras, arcenes, peleas de perros, envenenados, mutilados, etc. Y todo ello, será responsabilidad del propietario del animal inicial.
¿Puedes garantizar que te harás cargo de estos miles de animales fruto de tu primera ilusión? ¿Te preocupa que los hijos de tu adorado animal, que llevan su sangre, tengan este futuro? Entonces hazte realmente responsable evitando que esto ocurra.
Error. Siguiendo las cifras anteriores, de momento están ganando dinero a costa tuya y de tu adorado animal: